miércoles, 11 de marzo de 2009

HOMOSEXUALIDAD FEMENINA






También llamado safismo (palabras que derivan de la isla de Lesbos, donde residía la poetisa Safo), fue severamente perseguido y reprimido durante muchos años. Por ejemplo: en 1765 en New Haven Colony (EE.UU.) se las castigaba con la pena de muerte. En ese mismo país, en 1800 se aconsejaba la extirpación del clítoris y los ovarios de las lesbianas. Aun en ese siglo se consideraba a la homosexualidad femenina como un crimen o una enfermedad mental y hasta se han descrito técnicas de lobotomía para dejarlas sin respuesta sexual (Boblansky M., 1986).

Es claro que la lesbiana cuestiona seriamente los pilares de esta sociedad: la dependencia con respecto al varón, el matrimonio, la familia y la maternidad. Si hay algo que cuesta aceptar, sea la mujer lesbiana o no, es que decida voluntariamente no ser madre. Hoy se piensa que no existe un "instinto maternal", algo asignado antes de nacer que indica que hay que tener, sí o sí, un hijo. La maternidad tiene que ver con múltiples factores, entre ellos socioculturales, familiares, biológicos, psicológicos. La influencia del patriarcado en esto es claro: que un varón desista de su paternidad no es algo que ofenda a nadie, pero pobre de aquella mujer que decida algo similar. De todos modos, podemos agregar que no todas las lesbianas reniegan de la maternidad: muchas, por el contrario, son excelentes madres.

Para Hilda Rais, una lesbiana arquetípica es una mujer que elige sexualmente a otra mujer y que "siendo biológicamente capaz de reproducirse, puede elegir no hacerlo; que no depende ni sexual, ni emocional, ni económicamente de un varón, y que tampoco produce para beneficio del mismo". "Son mujeres que se conducen como varones en un mundo sin varones".

Hay quien sostiene que las relaciones entre lesbianas son más estables que la de los varones homosexuales y probablemente sea cierto. Quizá, lo mismo se podría decir, por lo menos de nuestra cultura, de las relaciones heterosexuales: el varón siempre hace gala de promiscuidad y relaciones extramatrimoniales otorgándose ese derecho en exclusividad para él, y niega para la mujer la misma opción o, en el caso de que la tomen, las moteja de prostitutas o inmorales. Muchas parejas de lesbianas constituyen parejas estables, pero con las características atribuidas a las heterosexuales: monogamia, fidelidad o infidelidad oculta.

El placer orgásmico en las relaciones homosexuales se produce de varias maneras: preferentemente por estimulación manual u oral clitoridiana, del Punto G o por la utilización de la introducción de los dedos o de algún artefacto fálico en la vagina.

La mayor parte de los varones piensa que las mujeres sólo pueden gozar con la introducción de un falo intravaginal; ni se les ocurre pensar que también suelen gustar, a veces en mayor medida, de estimulación no penetrante. Por eso muchas confiesan que llegaron por primera vez al orgasmo, o lo lograban con mayor facilidad, cuando fueron estimuladas por otras mujeres: "la amiga se complace en la certeza de acariciar un cuerpo del cual conoce todos los secretos y cuyas preferencias les son señaladas por su propio cuerpo" (S. de Beauvoir).

En relación con la pregunta de Gabriela, es importante diferenciar tanto en mujeres como en varones las experiencias ocasionales de la constitución de una identidad homosexual. En determinado período de la vida, frecuentemente en la pubertad o ya entrada la adolescencia, sucede que se efectúan contactos físicos más o menos íntimos que tienen un sentido básicamente exploratorio y que, habitualmente, no producen más que un recuerdo, pero en otras ocasiones puede constituirse en el inicio de una elección homosexual. Será en definitiva la propia persona la que con el paso del tiempo y las experiencias vaya determinando la elección final.

Algo importante para volver a destacar es que no habría que discriminar a nadie por su elección sexual, sea hetero, homo o bisexual ni indicar terapias "correctivas" para cambiar la elección sexual.

Sexo Lesbico = riesgos menores?
Muchas lesbianas y mujeres bisexuales que tienen relaciones sexuales con otras mujeres, asumen erróneamente que no están en riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS). El creciente número de lesbianas VIH-positivo, en los últimos años (y muy por el contrario de lo que quieren hacer creer los servicios de salud) prueba que esta idea es un mito potencialmente peligroso.

Es importante recordar que el riesgo de las enfermedades de transmisión sexual debe definirse por comportamiento, no por orientación o tendencias sexuales. Aunque en las relaciones sexuales entre mujeres el riesgo de contagio del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual es menos común, existe siempre el riesgo de contraer dichas infecciónes si participan de comportamientos sexuales sin protección. Las lesbianas, como todas las mujeres, están en riesgo de contraer el papiloma humano, el herpes genital, las ladillas, la gonorrea, VIH y otras infecciones. La vaginitis bacterial (fiebre de heno) es la más común entre lesbianas y usualmente se contagia de un de ida y vuelta en la pareja.

Tener menor riesgo de contagio no significa que no haya que tomar precauciones y estar al tantode los síntomas de una infección. Aparte de infectar a tu pareja, las infecciones genitales tienen repercusiones para las mujeres que no reciben tratamiento a tiempo: cáncer cervical, daño de órganos reproductivos, complicaciones del embarazo, transmisión de infecciones serias o letales al feto o recién nacido. Lamentablemente, las enfermedades de transmisión sexual en las mujeres tienden a pasar desapercibidas y tienen síntomas similares de secreciones vaginales anormales e irritación. Debido a esto, es muy importante someterse por lo menos una vez al año a un chequeo ginecológico completo o acudir al médico cuando se presentan secreciones vaginales anormales, dolores u olores vaginales desagaradables.

Las infecciones vaginales y las ETS se contagian mediante cualquier tipo de contacto de secreciones vaginales:


* Contacto vulva - vulva
* Tocarse los genitales después de tocar los genitales de la pareja
* Compartir juguetes sexuales con la pareja sin limpiarlos primero
* Dormir desnudas muy de cerca (las secreciones vaginales pueden pasar de cadera a cadera)
* Contacto con una toalla, ropa interior, ropo de baño, sábana, etc, usada recientemente por una mujer con una infección.
* Se puede transmitir fiebre de heno (candida) a la garganta de la pareja mediante sexo oral-genital.

Aprendiendo a cuidarte

Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a reducir el riesgo de infección para lesbianas y mujeres bisexuales en el futuro, aun si sus riesgos generalmente sean pocos.

La manera más importante de reducir riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual es mantener los fluidos de tu pareja fuera de tu cuerpo. Los fluidos corporales con los que las lesbianas deben tener más cuidado son la sangre (incluyendo la sangre menstrual), fluidos vaginales y el sexo oral sin protección y compartir juguetes sexuales son métodos potenciales de transmisión de las ETS. Métodos de protección, como protectores dentales o preservativos de látex cortados pueden ser utilizados para reducir el riesgo de infección. Es importante lavar y desinfectar los juguetes sexuales o cubrirlos antes de cada uso. No introduzcas en tu vagina o cerca de la zona vaginal nada que haya estado dentro de la vagina de otra mujer: Ésa es la forma más fácil de propagar infecciones vaginales y las ETS. Nunca introduzcas en tu vagina algo que ha estado dentro del ano de otra persona. Las bacterias que viven en el recto pueden causar infecciones en la vagina y uretra. Todo lo que vaya a ser introducido en la vagina deberá estar limpio y debidamente lubricado. Limpia el objeto (vibrador o consolador) con agua caliente y jabón o desinfectante diluido antes y después de ser usado por cada miembro de la pareja. Utilizar guantes, preservativos o cobertores de dedos de látex para la penetración manual pueden proteger contra la transmisión a través de heridas en los dedos.

Cada vez que tienes sexo sin protección te expones a todas las parejas sexuales que esa persona haya tenido, incluyendo todos los gérmenes -desde infecciones urinarias hasta el virus VIH / SIDA. Las parejas estables son seguras sólo cuando han pasado por un examen para detectar las ETS y el VIH. Hasta entonces, es bueno reducir riesgos y practicar el sexo seguro.



Los juegos sexuales lésbicos de menor riesgo incluyen:

· Maturbación
· Masturbación mutua
· Abrazos
· Masaje erótico
· Frotación de cuerpos
· Fantasear
· Sexo telefónico
· Besarse
· Besarse profundamente
· Sexo oral con protección
· Penetración con protección
· Sexo genital o anal con protección

Por ultimo, se recomienda también hacerse un chequeo ginecológico completo y un examen de Papanicolao al año para descartar infecciones de transmisión sexual.

Con esto consejos, obtendrás una vida sexual sana para ti y tu pareja

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